¿Cuándo debo darle fruta a mi bebé? La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda mantener la lactancia materna de forma exclusiva hasta el sexto mes. Es en ese momento cuando puedes comenzar a introducir otros elementos sólidos en la alimentación del bebé.
Es importante esperar a los seis meses de vida del bebé para que el organismo esté maduro a nivel neurológico, renal, gastrointestinal e inmune: esto permitirá a los bebés manejar y tragar de forma segura los alimentos.
La fruta y verdura forma parte de esta alimentación complementaria que aportará a los bebés las necesidades energéticas para su adecuado crecimiento.
La Asociación Española de Pedriatría recomienda introducir alimentos ricos en hierro y zinc y hacerlo de uno en uno, con intervalos de unos días, para observar la tolerancia y la aceptación en los niños.
¿Cómo introducir fruta y verdura en la alimentación de los bebés?
Siempre es preferible consultar con el pediatra cuando vayas a comenzar a introducir alimentos sólidos.
En cualquier caso, debes tener en cuenta que se trata de alimentación complementaria que no debe sustituir ni reemplazar a la leche materna o el biberón.
Puedes darle fruta o verdura a los niños a partir de los 6 meses en pequeños trozos o en papillas de frutas, por ejemplo.
Para comenzar a darle la fruta en puré debes tener en cuenta una norma básica: ofrecerle papilla de una sola fruta y, si la tolera bien durante tres o cuatro días, incorporar otra diferente.
¿Por qué? Porque si mezclas varias frutas y alguna de ellas le provoca alguna reacción adversa (alergia o intolerancia), no podrás saber cuál de ellas es.
Un truco para que el niño o niña tolere bien las primeras papillas de frutas es ponerles una base de leche, ya que se trata de un alimento bien conocido por el pequeño.
Se puede comenzar con la manzana y la pera, que son frutas de sabores más suaves y luego ir incorporando otro tipo de frutas, como hemos dicho más arriba de forma paulatina.